Cadam

EDITORIALES

por Alberto Guida

LAS EXPECTATIVAS: ¡Siempre las mismas…positivas!!


Por Alberto Guida

Todo cambio implica una nueva oportunidad,aunque las mismas acumulen más perdidas que ganadas, siempre que tocamos fondo hay un rebote y eso genera en un principio una opción positiva donde la crisis está en la falta de continuidad en la ausencia de una agenda que pueda tener alternancias de gestión pero con objetivos comunes para nuestro país en puntos básicos como la educación, salud, seguridad y sus prioridades económicas.
No hemos podido políticamente unificar criterios, por lo tanto seguimos pagando los costos de su consecuencia. Las ideologías se mezclan y aparecen similitudes entre la extrema derecha y la izquierda, porque mientras la primera muestra un país dominado por la clase alta, donde se trabaja para su beneficio, en la segunda se presenta un gobierno rico, donde un pueblo pobre trabaja bajo el concepto de la igualdad. Así queda expuesto que la clase pobre es una necesidad para ambos modelos, no dejando en claro cuál es la propuesta que posibilita oportunamente la superación de la clase trabajadora. Cómo podemos alcanzar un punto de equilibrio social y una equitativa distribución de la riqueza, si un médico de guardia gana menos que cualquier asalariado o los investigadores oncológicos necesitarían que algún deportista exitoso les ceda algún sponsor para su subsistencia. ¿Qué denominación se le podría dar a este contexto? ¿Con qué expectativas?
Tenemos un país deficitario con hospitales y universidades que consideramos en decadencia, pero contrariamente a nuestro pensamiento, todos los habitantes de países vecinos lo valoran y capitalizan por encima de lo que le brinda su propio país, de un modo convincente.
Creo que Argentina al igual que otros países del mundo deben replantearse una nueva propuesta de valoración social o seguir recorriendo el camino autodestructivo del antagonismo, el revanchismo, el partidismo, la perpetuidad en el poder, el egoísmo y la ignorancia. Es necesario que rescatemos aquellas cosas que consideremos validadas en el tiempo y seamos capaces de replantearnos nuevas opciones, sin cometer errores del pasado.
Creo que la sociedad del mundo está dominada por el deporte más popular, el futbol y por ende nos hemos asimilado a su máxima expresión, las barras bravas. Pero por supuesto no hemos capitalizado una fortaleza como su pasión, sino por el contrario todas sus debilidades y miserias.