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La logística en el centro de la escena


La logística en el centro de la escena

Con ayuda de las nuevas tecnologías la Logística, a través de la Distribución y el Transporte, se convierte en la gran aliada del comercio y el consumo, poniéndose al día con los protocolos sanitarios y los nuevos métodos de trabajo en tiempo de pandemia, cumpliendo con las exigencias de entrega para la satisfacción del cliente.

 

La logística con el mensaje #Quedateencasa como eslogan se ha convertido en la solución a los problemas de miles de argentinos que tuvieron que empezar a vivir puertas adentro, por las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, para evitar la propagación del coronavirus. Desde el 20 de Marzo que el país vive en cuarentena y si bien fue cambiando de fase, de acuerdo a la situación particular de ciertas ciudades y provincias, la recomendación sigue siendo la misma: aislamiento y distanciamiento social.

En este contexto, el e-commerce tomó mucho más protagonismo: ante el enemigo externo y con la mayoría de las tiendas físicas, salvo las de actividades esenciales, cerradas, las compras empezaron a hacerse online. Fue así como la logística y el transporte pasaron a transformarse en un eslabón importantísimo para toda la población. Estas áreas, además de garantizar el abastecimiento de los ciudadanos -desde insumos médicos a víveres-, son las encargadas de hacerle llegar a los e-shoppers sus compras y salir, con las precauciones pertinentes, a hacerle frente al virus. ¿Cómo varió el trabajo del sector con la pandemia? ¿Estaban preparados para una sobredemanda de envíos B2C (Business to Consumer, de vendedor a comprador)? ¿Cómo se las arreglaron las empresas de logística para atender el embudo de pedidos? ¿En esta oportunidad, la tecnología, que tantas veces ha sido demonizada, ayudó a optimizar las entregas? ¿Cómo se imaginan en el sector la industria post Covid-19? ¿Los cambios llegaron para quedarse?

En medio de la pandemia hubo varios jugadores que tuvieron que adaptarse rápidamente y mejorar desde la atención en los Pick-up points, centros de retiro de paquetes distribuidos en diferentes puntos del país, hasta la entrega a domicilio. Pero claro, a mayor trabajo se sumó otra complicación: las medidas para garantizar la salud de los empleados. Según datos de la Federación Argentina de Entidades del Transporte y Logística (FAETYL), al inicio de la cuarentena se gastaba un promedio de $300 por día por empleado para garantizar las medidas de seguridad, establecidas en los protocolos, para evitar los contagios de este virus ultra infeccioso. Además, las empresas tuvieron que reorganizarse, ya que muchas contaban con empleados que eran parte del conocido “grupo de riesgo”, personas con patologías preexistentes (hipertensos o diabéticos) y mayores de 65 años, que a pesar de ser parte de “rubros esenciales” quedaron exceptuados de ir a sus puestos de trabajo. Es por eso que las empresas, hasta poder reemplazar esos lugares, tuvieron que operar con menos personas.

Según nos cuenta a Revista CADAM, Fabián Yannone, Director Institucional de Andreani, empresa líder en logística, tuvieron que contratar a 400 empleados. “Alrededor del 10% de la población de Andreani es de riesgo, entonces se quedaron en sus casas: algunos haciendo home office y otros no pudieron seguir con sus tareas. Este grupo está integrado tanto por personas de riesgo de cualquier edad con alguna enfermedad preexistente como todos los mayores de 60 años. Todos ellos se quedaron en su domicilio”, explica.

“Hubo un fuerte impacto y crecimiento de la demanda en estos sectores, sumado a picos de entrega en términos de logística que no estaban previstos para este período del año”, explica Gustavo Sambucetti, Director Institucional de CACE (la Cámara Argentina de Comercio Electrónico). En el caso de los supermercados, sostiene, se les triplicó la demanda y tuvieron su cuello de botella en el armado de pedidos y la logística, impactando en los tiempos de entrega. En las tres primeras semanas de la cuarentena, detalla, las ventas en los sitios de los supermercados crecieron un 300% en relación a las tres semanas previas al inicio del aislamiento.

Datos que dejaron en evidencia la necesidad de poner más recursos destinados a atender este asunto: desde contratar otros operadores a sumar la opción de “Comprá y retirá en sucursal”. También, la venta telefónica exclusiva para mayores de 60 años.

 

Los cambios: más puestos de trabajo y una nueva mirada sobre la tecnología

A raíz de la mayor demanda, el tiempo de las entregas a domicilio se vio afectado. Para hacerle frente, las empresas de logística tuvieron que ser creativas y ágiles. Además de los clientes con los que ya contaban, más y más marcas y negocios comenzaron a demandar de sus servicios. En el caso de Andreani, explica Yannone, contrataron a más de 500 unidades de distribución de pequeño porte para poder satisfacer todos los pedidos. “Contratamos unidades para capital y estamos pidiendo para algunas sucursales del interior. No fue un trabajo de un día para el otro, porque nosotros no corremos riesgo. Los que trabajan con nosotros tienen que tener monotributo, carnet habilitante para empresa de logística, les hacemos el pre-ocupacional, antecedentes... Tanto Recursos Humanos como los que lideran la Gerencia de Transportistas tuvieron que salir a contratar, entrevistar, llenar papeles, habilitarlos, darlos de alta y ponerlos a trabajar; también tuvieron que enseñarles cómo se hace el trabajo, cómo se hace la conformación en los puntos de entrega a partir de los sistemas de trazabilidad que tenemos. Fue un cambio muy grande”, detalla el miembro de la empresa que además es Vicepresidente de ARLOG (Asociación Argentina de Logística Empresaria).

Sobre los cambios que trajo la pandemia, opina Hernán Sánchez, Presidente de CEDOL (Cámara Empresaria de Operadores Logísticos): “Una vez más, la historia nos enseña que, de los eventos globales dolorosos, como una guerra o una pandemia, se generan procesos de conversión explosivos. Es así como la tecnología se terminó de imponer en la cotidianidad de las personas. Desde una compra de productos de consumo masivo hasta un cumpleaños, tuvieron como partícipe inevitable a la tecnología. Gracias a las redes y su conectividad pudimos, mediante plataformas de marketplace, llegar al jabón en polvo y a un paquete de harina. Por otra parte, la necesidad de distanciamiento social promovió el trabajo home office y la conectividad mediante plataformas audiovisuales que nos llevaron la oficina a nuestra casa. Claramente, la tecnología se llevó el rol protagónico estelar durante esta pandemia”.

Con lo que coincide Raúl Garreta, Presidente de ARLOG: “La tecnología viene avanzando rápidamente en todo el mundo. La pandemia no hace más que continuar promoviendo dicho desarrollo tecnológico. Los ejemplos más claros son las Apps, desarrolladas recientemente como la llamada `Cuidar´ (desarrollada por el Gobierno Nacional) que facilitan el seguimiento de personas contagiadas o con potencial de contagio, incluyendo la posibilidad de monitorear movimientos por geolocalización. Otra que está comenzando a implementarse es la aplicación para solicitar un asiento en el tren en horarios pico. Hemos aprendido que la compra por internet, el e-commerce, es la solución durante la cuarentena. Quién de nosotros no estuvo presente virtualmente en alguna conferencia gracias a las plataformas como Skype, Zoom, Microsoft Teams y otros. Se han abierto alternativas que no considerábamos tan importantes como hasta ahora, incluso en la educación de nuestros hijos”.

Y si bien muchos venían preparándose con equipos y medios para mecanizar y hacer más rápidas las transacciones, desde el crossdocking al fulfillment pasando por el picking hasta el packing, otros se enfrentaron por primera vez al ABC de la logística. El último paso de la compra, el de la entrega, es el que, según expertos, termina de definir la satisfacción en la experiencia y el que, en última medida, genera la fidelidad de los clientes. Es por eso que ofrecer diferentes tipos de entrega, achicar el costo de envío o dar la opción de free shipping de acuerdo al monto del ticket, marcar los paquetes con código de barras, seguir la trazabilidad, darles la posibilidad a los clientes de cambiar tipo de envío y fecha, ofrecer el seguimiento de la compra con geolocalización, tener el servicio de devolución, y cumplir con los plazos de entrega son todas cuestiones que se venían llevando adelante. Sin embargo, ante lo sucedido con la pandemia, cumplir con los plazos de entrega se hizo complicado, también reducir las largas filas en los Pick-up points. “Estamos un poco más acomodados. Al principio nos desbordamos todos, pero ahora estamos mejor con los tiempos de entrega. Los que no estaban preparados son los que no se dedicaban a esto y están peleando la ATP para pagar los sueldos y se tienen que reinventar. Nosotros, Oca, Urbano, Ocasa, Chazki... estamos bien. Las empresas de correo estaban más preparadas y, más allá de los problemas de cada una, reaccionaron más rápido”, revela Yannone.

Y añade, sobre cómo le hicieron frente al nuevo desafío: “Tuvimos que adaptar las estructuras, dejar más almacenes con más piso libre para poder soportar toda esa cantidad de pedidos que venían para entrega domiciliaria; también, que sumar gente para clasificar. Hubo que adaptarse a ese volumen nuevo que superó las expectativas de todos. De hecho, Mercado Libre, que es tremendo con las exigencias en tiempo de entrega, entendió que no nos podíamos comprometer a ese tiempo de entrega porque no estábamos en condiciones de cumplir con las de 24 o 48 horas. Hoy estamos en un promedio de 2 o 3 días y estamos tratando de volver a la normalidad. Cumplir con los plazos fue una de las complicaciones. Se trata de un cambio de hábito gigante en la población”.

Para Sánchez, las exigencias en el sector a raíz del Covid-19 son algo para la que no todos estaban preparados. “Fue una sorpresa y sólo algunos estaban preparados para este cambio repentino. Claramente, un `cisne negro´ que obligó a poner en funcionamiento procesos nuevos y a correr los riesgos sin pruebas que lo validaran previamente”, explica el Presidente de CEDOL.

 

Diferentes tipos de demanda, según la categoría

Mientras que en las primeras semanas de cuarentena las categorías que más crecieron en ventas fueron salud y equipamiento médico y consumo masivo y alimentos, con el tiempo se sumaron: hogar, muebles y jardín, entretenimiento & fitness, y computación. Ahora con las nuevas medidas que tomó el Gobierno de flexibilizar más rubros, como el de indumentaria, este último también entró en el radar de las compras y, por consiguiente, en el de entregas a domicilio. Garreta describe dos escenarios distintos con respecto al crecimiento de la demanda en logística. “Podemos plantear distintas situaciones para analizar la logística en estos últimos meses. Por un lado, nos hemos dado cuenta de que la cuarentena impulsó fuertemente la compra masiva por internet. Podemos decir que la logística que atiende todo ese segmento de mercado, desde el solo take away como el delivery más simple hasta las compras de productos de los más diversos entregados por empresas logísticas a través de sus plataformas de e-commerce, pone a prueba la capacidad de cumplir con el nivel de servicio que requieren los clientes. Y, de esta manera, convencer a muchos que aún no se sumaban a comprar bajo este formato, que esto funciona muy bien, mejor de lo que se imaginaban, y que esta modalidad tiene mucho futuro”, advierte.

Y agrega: “Por otro lado, si evaluamos la logística por el abastecimiento a comercios, supermercados, mayoristas e industrias, las cosas no están nada bien. La Cámara de Operadores Logísticos indicó en abril que el negocio logístico se redujo en más del 50%. Esto refleja la menor demanda de dichos canales de comercialización. Para peor, algunas provincias que han reducido mucho o eliminado los casos de Covid-19, cierran sus fronteras al paso de transportes de carga, limitando, perjudicando y demorando en exceso el abastecimiento a los centros de consumo”.

En tanto, Sánchez, desde CEDOL, observa: “La demanda logística presentó una marcada polaridad. Los procesos de distribución de productos masivos se vieron colapsados y superados en demanda, sumando la venta por e-commerce que excedió toda expectativa. De esta manera, se llegó a volúmenes que, en condiciones normales, el mercado estimaba para dentro de 2 o 3 años. Por otra parte, todo lo referente a canales masivos como indumentaria, cosmética y el industrial metalúrgico, electrónico y construcción, sufrieron un freno total de sus operaciones, dejando a empresas de servicios logísticos con cero actividad. Sin embargo, durante los últimos tiempos, esta situación está cambiando y comienza a registrarse algún movimiento”.

En el caso puntual de Andreani, Yannone asegura que mientras que en el mes de Abril se vio un aumento de demanda en la industria farmacéutica en productos de invierno, tecnología creció en Mayo, después de las primeras semanas de parálisis; también, electrodomésticos, celulares, tecnología y hasta colchones. “Esto se dio sobre todo en entrega de domicilio, de quienes venden por Mercado Libre pero también venden por su portal, lo mismo con distribuidores”, explica. Y suma: “Al universo de clientes de Andreani, en los primeros 15 días de cuarentena la demanda cayó un poco, pero todo lo que fue entregas domiciliarias, tanto Mercado Libre como otros, progresivamente empezó a crecer. Por otro lado, las tarjetas de crédito no crecieron, pero entraron en todo ese volumen de venta domiciliaria que se sumó a todo el armado de rutas y carga de camionetas para entregar. El aumento de demanda en lo que es entregas a domicilio comparado de Abril 2019 a Abril 2020 en lo que es de empresas a clientes fue de un 30%”.

Los protocolos de seguridad para trabajar en tiempos de Covid-19

Dentro de las actividades esenciales está la de distribución y transporte. Para poder cumplir con sus deberes, las empresas de logística, en conjunto, confeccionaron protocolos para mantener la seguridad y salud de sus empleados. “Otros elementos que empezaron a jugar un protagonismo trascendente fueron los protocolos. Si bien muchas empresas los tenían redactados, ahora la acción es la clave para evitar que el ámbito laboral se vuelva un punto de contagio. Separación de turnos, eliminación de áreas comunes (comedor, área de fumar, salas de reuniones, etc.) y otras actividades, cambiaron el ecosistema de la empresa en pos de salvaguardar la salud de los colaboradores”, enumera Sánchez sobre las medidas que se tomaron en el sector.

“Los protocolos tratan sobre distintos aspectos: limpieza, sanitización, desinfección y otros mandamientos para evitar contagios. Entiendo que es clave, especialmente, la parte referida al tratamiento de un colaborador o bien un proveedor cuando se detecta un contagio o potencial contagio para proceder de acuerdo a lo establecido en el protocolo según el caso detectado. Si bien todo está escrito, ocurre también que ante un caso se maneja la situación aplicando solo cierto sentido común, complicando todo el proceso, y poniendo en riesgo innecesario a las personas. La capacitación a los trabajadores es clave para el cuidado de los mismos. No obstante, se observan aún después de varios meses que no todas las personas utilizan barbijo, máscara, anteojos de protección, lavado de manos frecuente, uso de alcohol, guantes, etc. Hasta incluso se han reportado casos de personas que se juntan para tomar mate. La problemática del Covid-19 lamentablemente requiere de costos adicionales, tanto por la necesidad de insumos de protección para la gente, requisitos de cuidados especiales, frecuencias de limpieza y sanitización, sino también repercute en la eficiencia operativa en toda la empresa”, suma Garreta.

Al respecto, cuenta el Director Institucional de Andreani que en la empresa tomaron varias medidas. “Escribimos protocolos junto al sindicato en los que establecimos nuevas reglas. Entre ellas, impusimos en todas nuestras plantas de operaciones turnos separados. No hay más superposición de turnos. Si se contagia un turno, entra en cuarentena y el otro sigue trabajando. Desdoblas el turno: si son 300, 150 pasan a la mañana y los otros 150 siguen a la tarde. Dividimos dentro del turno, sectores separados. Dentro de los mismos turnos se hizo distanciamiento social y en el medio de los dos turnos hay una franja de media hora donde entra una empresa de limpieza y hace desinfección de todo el sector, para que no se contagien entre turnos”, destaca. Además, agrega: “En todas las plantas de Andreani se toma la temperatura y se limpia las manos con alcohol. Ahora estamos viendo si ponemos un oxímetro. De las 600 personas que fueron al consultorio médico en abril ninguna estaba contagiada. Hubo desde una gripe o una angina o resfriado. Hubo 14 personas que tuvieron contacto con alguien infectado y se las dejó en cuarentena”.

 

La Federación Argentina de Entidades del Transporte y Logística (FAETYL) sostuvo a través de un comunicado que “todo puede detenerse, pero no la logística y distribución” y destacó que las empresas argentinas del sector estaban a la altura y preparadas para una contingencia de este tipo. Dentro de las medidas que se tomaron para evitar la propagación del coronavirus y la seguridad de los empleados del sector se encuentran: tomar la temperatura al ingreso a la compañía de todo el personal, propio, transportista o tercerizado; proveer a cada transportista de los materiales sanitarios, barbijos, máscaras y alcohol, mantener el distanciamiento social, entre otras recomendaciones.

Costos y riesgos

Empresas como Amazon, la multitienda estadounidense líder en e-commerce a nivel mundial, han tenido problemas con denuncias por falta de seguridad e higiene a la hora de operar en tiempos de coronavirus. Al respecto, las empresas acá viven una situación similar. Según datos aportados por la FAETYL, al principio de la pandemia se gastaba 300 pesos por empleado por día para todo lo que sea protocolo, compra de barbijos, y todo lo relacionado con la prevención. Por consiguiente, si los empleados miembros de la Federación son unos 130.000, el total de gasto extra por día era de 39 millones de pesos. En el caso de Andreani, dice Yannone, se calcula que la inversión fue de 1 millón doscientos mil pesos por día. Aunque aclara que ahora debe ser la mitad porque las máscaras, a comparación de los barbijos y los guantes, no se cambian todos los días. “Lo tenemos bastante controlado en el sector. No hubo muchos contagios y les hacemos control de temperatura antes de salir a los transportistas”, señala.

La mecanización del trabajo en logística

Mucho se ha discutido sobre la posibilidad de que las máquinas reemplacen al hombre en diferentes rubros. El universo de la logística es un ejemplo de un sector donde los avances tecnológicos pueden ayudar a agilizar el trabajo. En tiempos de coronavirus, donde la aglomeración de personas es un riesgo y donde se han multiplicado la cantidad de entregas, el dilema sobre las ventajas de mecanizar algunos procesos resurge. Entre los avances que fueron apareciendo en la materia se destacan: AGVs (vehículos auto guiados), ASRS (almacén automático), los pallets shuttles (vehículos que transportan los pallets a través de las posiciones en racks dentro de un almacén), robots de piqueo, todas estas, herramientas que sirvieron para optimizar los tiempos. También, la impresión de etiquetas ha hecho del proceso algo mucho más dinámico. Al estar todo centralizado en una plataforma: tanto el vendedor como el comprador pueden seguir el producto por diferentes canales.

“Antes hablábamos de la industria 4.0 y la nueva funcionalidad que permiten los avances tecnológicos para llevar adelante unidades del negocio con mucha información para la toma de decisiones; y, de esa forma, ser más eficientes en toda la cadena de abastecimiento desde la recepción de insumos para la producción hasta la entrega de los productos a los clientes”, sostiene el presidente de ARLOG.

Y agrega: “La gran pregunta que surge es ¿cómo va a impactar todo este cambio en los puestos de trabajo de las distintas empresas? Seguramente la demanda de trabajadores cambiará fuertemente. Los procesos repetitivos estarán a cargo de maquinarias y los especialistas en análisis y gestión tecnológica pasarán a ser las figuras a convocar. En el sector logístico, esto ya está ocurriendo. La utilización de módulos informáticos para gestionar los depósitos, el abastecimiento a distintos puntos de entrega, administrar los transportes y distribuir en función de modelos de distribución, entre otros, ya se trata de una necesidad básica, pero de bajo costo para no perder el tren y quedar fuera de escena”.

Por su parte, Yannone cuenta, sobre la forma de trabajar de Andreani: “Tenemos plantas con capacidad de operar gran cantidad de paquetes. De hecho en la CIT, central donde se recibe toda la mercadería de Buenos Aires y sale para el interior, tenemos un sorteador, un clasificador de cajas y paquetes que es el único de ese tamaño en el país. La planta tiene 10 mil metros. Ahora, en pandemia, un sorter que trabaja de 8 a 8, lo hacés trabajar las 24 horas, para poder manejar los tiempos. El clasificador de paquetes a las zonas donde hay que enviarlos es lo más crítico porque es como un cuello de botella. Llega toda la mercadería, se junta en un lugar para ser clasificada para después mandarla a los camiones e ir a distribución. Tenemos tecnología en todos los depósitos: desde pistolas de radiofrecuencia para la lectura de código de barra, con la que se logra tener trazabilidad de la entrega hasta scanners para la firma virtual”.

Además, da su opinión sobre la tecnología aplicada a la logística y los fantasmas que despierta. “El tema de automatización de operación es complejo en la Argentina. Nosotros estamos comprando una segunda tanda de sorteadores automáticos, pero eso no quiere decir que pensemos en reemplazar gente. Porque si ya tengo gente formada y mi objetivo es crecer no me desprendo de gente, sino que genero más recursos. Viajé a ver tecnología a España y China. Estuvimos en varias empresas de logística, nos reunimos con empresarios del rubro. No es una cuestión de inversión sino de escala. Vos decís, en Estados Unidos… un estado tiene 40 millones de habitantes. Entonces, automatizar un depósito tiene más sentido. Estuve en uno de CVS, la cadena de farmacia, en Filadelfia, ese depósito tenía 100.000 metros. Sin embargo, los procesos de automatización son muy pocos, hay mucha gente en la preparación de pedidos. Había más que los nuestros, quizá había un picking por luz, se prende una luz que dice de acá tienen que sacar tantas unidades, pero después las sacan las personas. Eso lo ponen en una cinta, al final se separan por preparación de pedidos. En este proceso en nuestro canal es difícil, en una droguería es más sencillo está todo automatizado por túneles, porque van a un canal donde el pedido más o menos promedio es el mismo. Pero acá está muy diversificada la población. En Estados Unidos quizá te mandan un camión completo a una ciudad”.

Mientras que Sánchez habla del picking inteligente por visión que, asegura, será revolucionario “para optimizar los procesos de preparado de pedidos, en cuanto a la exactitud y calidad”, suma una mirada más filosófica sobre el lugar de las ventajas de la mecanización. “Es una discusión que viene desde los tiempos de la industrialización, donde se decía que la máquina reemplazaría a las personas. Algo parcialmente cierto. Esos cambios demandaron de las personas cierta reinvención para cubrir nuevas demandas que surgían en un mercado nuevo. Por todo eso, plantear la discusión desde una dualidad ventaja-desventaja es querer comparar algo conocido con algo que aún no sabemos cómo será. Suena algo utópico, ¿no?”.

 

El futuro post Covid-19

Luego de hacer estragos en Asia y Europa, América es considerada hoy el epicentro de la pandemia, Y como se trata de un virus que, según afirman los científicos, es más intenso con bajas temperaturas, los países que están entrando en verano están de a poco reabriendo sus cuarentenas y volviendo a la “normalidad”. El primero en levantar, muy de a poco, el aislamiento social fue China, país donde surgió el coronavirus. Y la pregunta que muchos se hicieron fue: ¿qué pasa cuando el enemigo invisible ya no está afuera? En relación a los hábitos de consumo, los primeros resultados que muestra el gigante asiático son que las personas siguen usando los canales digitales para hacer compras fuere incluso para pagar cuentas. Por lo que se desprende que en materia de logística pasa un poco lo mismo. Sea por miedo o por comodidad, lo cierto es que la compra online parece haberse instalado entre las personas.

Algo parecido está sucediendo en Europa. Sin ir más lejos la tienda de ropa Zara cerró 1200 tiendas para “apostar a la tienda del futuro”. Solo conservó los locales más grandes y su idea es que las ventas online empiecen a representar el 25% de su negocio.

Para el presidente de CEDOL, “no hay vuelta atrás”. “Cuando aparezca la vacuna, seguramente volveremos a reunirnos con familias y amigos, pero en el ámbito laboral no será igual. Las reuniones virtuales generaron mayor flexibilidad y foco al momento de tratar los problemas. Esta situación brinda a las organizaciones la posibilidad de optimizar espacios creando nuevas zonas donde eventualmente puedan hacerse reuniones que complementen el uso de las plataformas virtuales”, asegura. Y se anima a imaginar el futuro post Covid-19. “Esta situación nos cambió los hábitos de saludarnos con la mano, abrazo o un beso. Sin dudas, todo estará en sintonía con la tecnificación y automatización de procesos para minimizar el desempeño de las personas. Desde que empezaron a funcionar las primeras computadoras con tecnología cuántica se dice que arrancó la quinta ola industrial. Pensemos que todavía no terminamos de conocer la cuarta ola y ya está arrancando la quinta. Si me permiten una licencia desde una analogía química, el Covid-19 fue un catalizador que aceleró los tiempos de reacción de cambios tecnológicos que, claramente, modificarán los procesos industriales”, sostiene Sánchez.

El director institucional de Andreani coincide: “Va a haber brutales cambios de hábito, no sólo desde el punto de vista de cómo operar sino de la vida personal de cada uno: cómo va a ser la reapertura del mundo de las conglomeraciones de gente. Creo que va a haber un cambio de paradigma. No tengo una dimensión real”. Además, Yannone subraya: “Hay que ver cómo sale Europa, pero ya están volviendo a abrirse. Yo creo que esto es un camino de ida. Estados Unidos está arriba de un 20% de lo que es compra por internet y nosotros veníamos de un 3 o 4%. Hay un camino por recorrer que lo que hizo fue adelantarse. Puede haber un retroceso post pandemia, sí, pero no va a volver a lo que era antes. El mundo de la entrega domiciliaria generó un estado de confort en las personas que me parece que se traduce en un cambio de hábito, que se esperaba para el 2023-2024 y lo estamos viviendo hoy”.

Sobre la nueva normalidad, suma Garreta: “Los cambios que se produjeron durante la pandemia han venido para quedarse. Para los operadores logísticos esto significa un desafío importante en la innovación y adaptación a la nueva situación del mercado. Las cosas no van a volver a ser como antes. Desde el punto de vista del consumidor, todos hemos aprendido muchísimo y comenzado a confiar cada vez más en comprar por internet y esperar una rápida entrega en el domicilio. Si observamos la evolución que ha tenido el concepto del e-commerce en todo el mundo, vemos que estamos recorriendo el mismo camino. Argentina es un líder en esta modalidad comercial en la región y al parecer seguirá afianzándose con un esperado crecimiento exponencial de demanda a través de este nuevo modelo”.

La logística, en un nuevo lugar

De cara al futuro, términos como retiro en locker, una modalidad que se usa en otros países, donde los paquetes se envían a autoservicios o espacios que cuentan con lockers y los clientes pueden retirarlos dentro de un margen de tiempo con un código QR, parecen más cercanos. Con las normas para evitar el contagio del coronavirus casi que se dejaron de utilizar las firmas físicas y cada día se usa más la firma digital. También, los Pickup point parecen haber surgido con más fuerza por la comodidad de ubicarse en lugares cercanos a los hogares y por la posibilidad de retirar el paquete en el momento en que uno pueda.

Si bien en países como Estados Unidos estas modalidades ya están instaladas, en la Argentina se impusieron de forma precipitada. La integración de la tienda física y la online ya no tiene más barreras. Y, para Yannone, esta es una buena oportunidad para derribar algunos prejuicios en torno a los operadores logísticos.

“Con la pandemia, muchas empresas de logística salieron con estos mensajes de `nosotros hacemos la logística´ como fortaleciendo el rol en la sociedad, porque siempre fue como ninguneado. Hoy está ocupando un lugar más importante, de hecho estamos en el radar del Gobierno, estamos en todas las reuniones, nos consultan, nos hacen participar en decisiones”, destaca. Y concluye el directivo: “Estamos en un rol de ayudar. Estamos yendo casa por casa a entregar con muchas menos barreras defensivas de las que tiene un médico”.

Por su parte Sánchez, sobre la oportunidad que, de alguna manera, trajo la pandemia a la industria, subraya: “Observamos que muchas acciones se pueden hacer a distancia y esto genera una mirada dinámica sobre todo el proceso. La omnicanalidad está, hace tiempo, entre nosotros, aunque parece que tuvo que surgir el Covid-19 para que muchos lo notaran”.