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EDITORIALES

por Alberto Guida

EL RIESGO DE LA CONCENTRACIÓN


Por Alberto Guida

Seguramente nos faltan muchas co- sas en lo cultural y educativo, como así también en la salud, por lo cual probablemente la temática a la que me voy a referir no sea prioritaria. Sin embargo es parte de la pieza del rompecabezas en el cual vivimos y donde todas las piezas son necesarias. Tuvimos una iniciativa en el 2001 con la Ley 12573 RÉGIMEN DE INSTALACIÓN, AMPLIACIÓN, MODIFICACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE GRANDES SUPERFICIES COMERCIALES Y CADENAS DE DISTRIBUCIÓN en la Provincia de Buenos Aires. Dicen que “hecha la ley, hecha la trampa”, pero la verdad que nunca he visto una Ley que fuera tan incumplida y donde cada uno de los municipios de la Provincia , adoptaron decisiones particulares sin tener en cuenta el contenido de la misma. Existen dos razones fundamentales a tener en cuenta, que hacen a la salud comercial, en primer lugar el rechazo al flagelo de la concentración, donde las grandes empresas terminan siendo dominantes en su posición al punto de que la continuidad comercial de un negocio dependa de su decisión de venderle o no, situación ésta que a título de ejemplo, determinan dos empresas de golosinas o dos empresas de limpieza y perfumería o dos empresas de alimentos. Le sigue la apertura indiscriminada de locales comerciales sin ningún tipo de control comercial, solo se prioriza el ambiental. Así en una cuadra teníamos un negocio que a través de los años fue consolidando su posición comercial, para que sin ningún tipo de evaluación se concreten dos aperturas nuevas en su proximidad que lo terminarán diezmando, en el proceso de la LEY DE LA SELVA, donde no existe una evaluación orientada a la protección del pequeño y mediano emprendimiento, como potencial incremento de prosperidad. En mayo del 2011 se intentó mediante presentación en el Senado de la Nación por una Comisión Nacional de Inter Cámaras liderada por CAME (32 instituciones), la implementación de una Ley Nacional de Grandes Superficies Comerciales, que debe haber quedado olvidada en algún escritorio, en su proceso de aprobación. Hoy 2016 el proceso sigue como si nunca hubiera existido la intención, porque las aperturas siguen siendo indiscriminadas, la concentración sigue ampliándose hasta en las pequeñas superficies, sector del cual comienzan a adueñarse también las grandes cadenas multinacionales. Como contrapartida no tenemos una expectativa de crecimiento positivo en nuestra proyección anual, por lo cual las empresas monopólicas que controlan el mercado argentino, toman decisiones sobre el cierre de cuentas y ajustan estructuras para mantener su rentabilidad, sin ningún tipo de RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA. Nadie duda de que necesitamos libertad comercial, pero no debemos confundirla con falta de orden y regulación. Tenemos que entender que la competencia sana es que todos tengan las mismas posibilidades, JUSTAMENTE ESO SIGNIFICA QUE LAS GRANDES CADENAS Y EMPRESAS MONOPÓLICAS, NO DESTRUYAN A LOS MAS PEQUEÑOS.